Por Tim Newman

La importancia del sueño es bien conocida. Un estudio reciente refuerza esto al demostrar que la falta de sueño podría aumentar el riesgo de diabetes, después de perder solo 1 noche de sueño.

El sueño es sin duda una de las funciones más misteriosas pero esenciales de la fisiología. Todos lo necesitamos, sin embargo, las razones exactas por las que es tan importante todavía se están debatiendo.

Lo que sí sabemos es que el sueño es importante para la consolidación de la memoria; también parece dar tiempo al cerebro para eliminar las toxinas que se acumularon durante el día.

La falta de sueño tiene una relación bidireccional con las condiciones psiquiátricas: la alteración del sueño puede ser causada por una enfermedad mental y la privación del sueño puede exacerbar o incluso causar enfermedades mentales.

Físicamente, el sueño permite que el cuerpo se recupere; por ejemplo, los músculos tienen tiempo para sanar y crecer.

La privación del sueño se considera una preocupación a gran escala en el mundo. Debido a una variedad de factores, incluido el tiempo de pantalla excesivo, la iluminación artificial, las vidas ocupadas y los trabajos agitados, aproximadamente 1 de cada 3 personas, no reciben las 7 horas de sueño recomendadas cada noche.

Los científicos todavía están desentrañando las consecuencias potenciales de esta epidemia en la salud.

La falta de sueño y la diabetes

Los estudios ya han demostrado que es más probable que las personas que no duermen lo suficiente coman más, hagan menos ejercicio y aumenten de peso.

Los estudios también han demostrado un mayor riesgo de diabetes, pero no se ha entendido exactamente por qué podría haber diabetes.

Un nuevo estudio amplía nuestra comprensión de esta relación. Los autores del último estudio, en la Facultad de Medicina de la Universidad Toho de Japón, explican más a fondo, diciendo:

“No estaba claro si la intolerancia a la glucosa se debía a los cambios en la ingesta de alimentos o al gasto de energía o a la falta de sueño”.

En otras palabras, ¿son los cambios en la dieta y el ejercicio relacionados con el sueño deficiente la razón de un aumento en el riesgo de diabetes, o hay algo más en el trabajo? Los investigadores se propusieron comprender exactamente por qué la privación del sueño podría socavar la sensibilidad a la insulina.

Para hacerlo, utilizaron un modelo de ratón, centrándose en los cambios en sus hígados. Por solo 1 noche, mantuvieron a la mitad de los ratones despiertos durante 6 horas durante el horario de sueño habitual.

Los científicos observaron a los ratones con cuidado y, cada vez que parecían dormidos, los manipulaban o tocaban suavemente. De esta manera, los mantuvieron despiertos sin causar estrés innecesario al animal.

Para separar el impacto de los factores del estilo de vida, durante 2 semanas antes de que comenzara el estudio, a todos los ratones se les dio acceso a alimentos con alto contenido de grasas ilimitadas y agua azucarada; también, los ratones tenían su movimiento restringido.

De esta forma, los investigadores pudieron observar el efecto de la privación del sueño aislada porque, tanto si los ratones se habían dormido como si no, se les alimentó con dietas similares y no pudieron hacer ejercicio.

Los efectos de 6 horas de privación del sueño

Inmediatamente después de la intervención del sueño, los científicos midieron los niveles de glucosa y el contenido de grasa en el hígado. Encontraron niveles elevados de glucosa en sangre en el hígado de ratones privados de sueño. Estos cambios fueron significativos después de solo un período de 6 horas de privación del sueño.

Los investigadores también midieron los niveles de triglicéridos en el hígado porque un aumento en la producción se asocia con un aumento en la resistencia a la insulina o una incapacidad para procesar la insulina correctamente. Como se esperaba, en los ratones privados de sueño, los niveles fueron elevados.

Además, en los ratones privados de sueño, los investigadores midieron los cambios en las enzimas hepáticas que se asocian con el metabolismo. Los autores creen que estos pueden ser la causa principal de la resistencia a la insulina y la acumulación de grasa en el hígado.

Los autores concluyen que la privación del sueño es, por lo tanto, un factor de riesgo para la diabetes, independientemente de los cambios en la actividad y la dieta. Si este es el caso, y los estudios posteriores respaldan los hallazgos, asegurar que las personas con mayor riesgo de diabetes tengan una buena rutina para dormir podría ser vital.