Por Len Canter
JUEVES, 17 de mayo de 2018 (HealthDay News) – Ya sea que estés estudiando para un examen importante o que estés aprendiendo un nuevo idioma, hay más pruebas de que las sesiones de preparación sin descanso pueden no traducirse en la retención de la memoria a largo plazo que deseas.
La memoria es un proceso complejo que requiere tiempo para que el cerebro absorba nueva información. Uno de los pasos necesarios se llama consolidación de memoria, cuando se configura la memoria recién creada, para que puedas recuperarla más adelante.
Una amplia investigación ha demostrado que esta consolidación tiene lugar mientras duermes, y explica por qué estudiar antes de acostarte puede ayudarte a retener lo que acabas de leer. Mientras tu cuerpo necesita descanso, tu cerebro está ocupado trabajando. Durante este estado activo, diferentes partes del cerebro se comunican entre sí.
La investigación realizada en la Universidad de Aachen en Alemania descubrió que tomar una siesta de 90 minutos después del aprendizaje también puede impulsar el recuerdo para algunas personas después de la destreza motora o el aprendizaje de idiomas.
¿Quieres otro enfoque?
Un estudio realizado en la Universidad de Nueva York descubrió que también puedes “establecer” un nuevo recuerdo durante las horas en las que estas despierto ya que basta con simplemente tomar un descanso después de una sesión de aprendizaje, en lugar de saltar inmediatamente a otra tarea o a uno de tus dispositivos de alta tecnología.
Disfruta de un corto paseo o toma un bocadillo y deja que tu mente consciente divague para que tu cerebro pueda ponerse a trabajar en lo que acaba de aprender y no se distraiga con un nuevo desafío.