Por Ana Sandoiu
La depresión y la ansiedad pueden ser tan malas para su salud como fumar y la obesidad. Sin embargo, el cáncer no se correlaciona con estas condiciones de salud mental. Estas son las principales conclusiones de un nuevo estudio que investiga los riesgos para la salud física de estas afecciones psiquiátricas.
En el siglo XVII, el filósofo ilustrado René Descartes postuló que la mente y el cuerpo eran entidades separadas.
Si bien esta idea dualista ha dado forma a gran parte de la ciencia y el pensamiento modernos, los avances científicos recientes muestran que la dicotomía entre la mente y el cuerpo es falsa.
Por ejemplo, el neurocientífico Antonio Damasio escribió el libro que tituló “El error de Descartes” para demostrar precisamente el punto en el que nuestros cerebros, emociones y juicios están mucho más entrelazados de lo que la gente creía.
Los hallazgos de un nuevo estudio pueden contribuir aún más a este último argumento. Aoife O’Donovan, Ph.D., del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco, y su colega Andrea Niles, Ph.D., se dispusieron a examinar los efectos de las condiciones psiquiátricas, como la depresión y la ansiedad, puede tener en la salud física de una persona.
Los investigadores investigaron la salud de más de 15,000 adultos mayores durante 4 años y publicaron sus hallazgos en Health Psychology, la revista de la Asociación Americana de Psicología.
Ansiedad y depresión similares al tabaquismo
El estudio examinó los datos de salud de 15,418 jubilados que tenían 68 años, en promedio. Los datos provinieron de un estudio gubernamental que utilizó entrevistas para evaluar los síntomas de ansiedad y depresión de los participantes.
Los participantes también respondieron preguntas sobre su peso, estado de fumador y condiciones médicas de las que tenían un diagnóstico. Además, proporcionaron información sobre las grabaciones de peso de las visitas al hospital.
De la cantidad total de participantes, O’Donovan y sus colegas encontraron que el 16 por ciento tenía altos niveles de ansiedad y depresión, el 31 por ciento tenía obesidad y el 14 por ciento eran fumadores.
Las personas que viven con altos niveles de ansiedad y depresión tienen un 65% más de probabilidades de desarrollar una afección cardíaca, un 64% más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral, un 50% más de probabilidades de desarrollar presión arterial alta y un 87% más de probabilidades de tener artritis que las personas que No tenía ansiedad ni depresión.
“Estas probabilidades aumentadas son similares a las de los participantes que fuman o son obesos”, dice O’Donovan. “Sin embargo”, agrega, “para la artritis, la alta ansiedad y la depresión parecen conferir mayores riesgos que fumar y la obesidad”.
El cáncer no esta relacionado con la ansiedad y el estrés
De todas las condiciones investigadas, los científicos encontraron que el cáncer era el único que no se correlacionaba con la ansiedad y la depresión. Estos hallazgos confirman estudios previos, explican los investigadores, pero se oponen a la creencia de que muchos pacientes comparten.
“Nuestros hallazgos están en línea con muchos otros estudios que muestran que la angustia psicológica no es un predictor fuerte de muchos tipos de cáncer”, dice O’Donovan.
“Además de resaltar que la salud mental es importante para toda una serie de enfermedades médicas, es importante que promovamos estos hallazgos nulos. Debemos dejar de atribuir los diagnósticos de cáncer a las historias de estrés, depresión y ansiedad”. -Aoife O’Donovan
“Los síntomas de ansiedad y depresión están fuertemente vinculados a la mala salud física, sin embargo, estas condiciones continúan recibiendo atención limitada en los entornos de atención primaria, en comparación con el tabaquismo y la obesidad”, dice Niles.
O’Donovan agrega que los hallazgos resaltan los “costos a largo plazo de la depresión y la ansiedad no tratadas […] y sirven como un recordatorio de que tratar las afecciones de salud mental puede ahorrar dinero para los sistemas de salud”.
“Por lo que sabemos, este es el primer estudio que compara directamente la ansiedad y la depresión con la obesidad y el tabaquismo como posibles factores de riesgo para el inicio de la enfermedad en los estudios a largo plazo”, dice Niles.
En los Estados Unidos, más de 16 millones de personas han tenido al menos un episodio de depresión mayor en sus vidas. Además, de nuevo según el Instituto Nacional de Salud Mental, más del 19 por ciento de los adultos en los EE. UU. Han tenido un trastorno de ansiedad en el último año.