Por Maria Cohut

El ácido acetilsalicílico, mejor conocido como aspirina, y los ácidos grasos omega-3 son compatibles con varios aspectos de la salud, y los científicos continúan descubriendo cómo funcionan estas sustancias. Un estudio reciente sugiere que ambos podrían tener un impacto en el riesgo de cáncer de colon.

El Instituto Nacional del Cáncer estima que los médicos diagnosticarán alrededor de 140,250 casos nuevos de cáncer de colon y recto en 2018.

El cáncer de colon se desarrolla a partir de pólipos o crecimientos anormales de tejido dentro del colon. Muchos de estos pólipos son benignos, pero algunos pueden conducir a tumores cancerosos.

Los médicos identifican pólipos precancerosos a través de colonoscopias que les permiten detectar anomalías visibles en el intestino grueso.

En un nuevo ensayo clínico, denominado seAFOod Trial, especialistas de las universidades de Leeds, Nottingham, Bradford y Newcastle en el Reino Unido, en colaboración con investigadores de otras instituciones, hicieron un hallazgo intrigante.

Querían ver si los medicamentos ampliamente disponibles, como la aspirina y el ácido eicosapentaenoico (EPA), uno de los ácidos grasos clave contenidos en los omega-3, reducirían la cantidad de pólipos intestinales precancerosos en personas con alto riesgo de cáncer de colon.

Los hallazgos de los investigadores aparecen en la prestigiosa revista The Lancet.

La aspirina y la terapia EPA son beneficiosas

Los investigadores reclutaron a 709 participantes a través de 53 hospitales en Inglaterra. Todos los individuos tenían un alto riesgo de cáncer de colon.

El equipo dividió a los participantes en cuatro grupos de tratamiento. De estos, algunos solo recibieron un tratamiento con aspirina, otros solo EPA, el tercer grupo recibió una combinación de aspirina y EPA, y el grupo final recibió un placebo.

Aquellos en el grupo de aspirina solo tomaron una tableta de aspirina de 300 miligramos (mg) por día durante un año. Los participantes en el grupo de EPA tomaron 2 gramos (g) de EPA en 4 cápsulas durante el mismo período de tiempo. Esta dosis de EPA fue más alta que la cantidad disponible en los suplementos regulares de omega-3.

Los participantes que tomaron aspirina durante un año tuvieron un 22 por ciento menos de pólipos en general, incluso en el lado derecho del intestino grueso, que es más difícil de controlar mediante colonoscopia, que los que tomaron un placebo.

Los que tomaron EPA tenían un 9 por ciento menos de pólipos en general en comparación con los del grupo placebo, aunque este resultado no fue estadísticamente significativo.

Sin embargo, aquellos en el grupo de la EPA tenían 25 por ciento menos pólipos en el lado izquierdo del intestino grueso.

“El ensayo seAFOod demuestra que tanto la aspirina como la EPA tienen efectos preventivos, lo cual es particularmente emocionante dado que son compuestos relativamente baratos y seguros para dar a los pacientes”, señala el autor principal del estudio, el profesor Mark Hull, de la Universidad de Leeds. .

“Dada esta nueva evidencia, los médicos deben considerar estos agentes para los pacientes con riesgo elevado de cáncer de colon, junto con la vigilancia de colonoscopia regular”. -Prof. Mark Hull

Los investigadores también agregaron que tomar tanto aspirina como EPA demostró ser seguro y que los participantes no presentaron un mayor riesgo de sangrado. Sin embargo, aquellos que siguieron el tratamiento solo con EPA reportaron un pequeño aumento en los problemas estomacales.

En el futuro, los especialistas pretenden realizar investigaciones adicionales sobre el papel que pueden desempeñar la aspirina y la EPA para reducir el riesgo de cáncer.