Cáncer de mama: cambiando las células tumorales a células grasas evita la propagación

Por Catharine Paddock

Los científicos han desarrollado una nueva combinación de medicamentos que hace que las células de cáncer de mama invasivas se transformen en células de grasa. El tratamiento previno la metástasis en ratones.

La metástasis es el proceso a través del cual las células cancerosas escapan de los tumores primarios y desarrollan nuevos tumores o metástasis en otras partes del cuerpo. Es la principal causa de muerte por cáncer.

Un facilitador de la metástasis es la capacidad innata de las células cancerosas para asumir las propiedades de otros tipos de células.

Esta “plasticidad” les permite transformarse de células ancladas en unas que pueden viajar e invadir otros tejidos.

Ahora, los investigadores de la Universidad de Basilea en Suiza han encontrado una forma de utilizar la plasticidad celular para detener la metástasis en el cáncer de mama.

En lugar de permitir que las células de cáncer de mama crezcan y migren, las obligaron a convertirse en células grasas que no se dividen ni viajan.

La revista Cancer Cell ha publicado recientemente un artículo sobre la investigación.

“En el futuro”, dice el autor principal del estudio Gerhard Christofori, que es profesor en el Departamento de Biomedicina, “este innovador enfoque terapéutico podría usarse en combinación con la quimioterapia convencional para suprimir tanto el crecimiento del tumor primario como la formación de metástasis mortales”.

Metástasis y plasticidad celular

El complejo proceso de metástasis comprende una secuencia de pasos a los que los científicos a menudo se refieren como la “cascada metastásica”.

Hay tres etapas principales en la cascada: invasión, en la cual las células cancerosas se desprenden del entorno del tumor primario; intravasación, en la que las células entran en los vasos sanguíneos; Y extravasación, en la que salen los vasos sanguíneos.

Las células cancerosas adoptan diferentes propiedades para completar cada una de estas etapas.

En la primera etapa, por ejemplo, las células pierden su capacidad de adherirse unas a otras y sus alrededores, lo que les permite desprenderse del tejido del tumor primario.

En el caso del cáncer de mama y otros cánceres que surgen en el epitelio, los médicos se refieren al cambio que sufren las células tumorales durante la metástasis como la transición epitelio-mesenquimatosa (EMT).

EMT también se produce en el embrión en desarrollo. En el cáncer, sin embargo, la EMT no ayuda a formar nuevos órganos sino nuevos tumores.

Las células del cáncer de mama toman propiedades de las células grasas

Entre las mujeres, el cáncer de mama es el cáncer más común y es responsable de la mayoría de las muertes que los médicos relacionan con la enfermedad.

Las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugieren que alrededor de 2.1 millones de mujeres reciben un diagnóstico de cáncer de mama cada año. Estos también sugieren que 627,000 mujeres murieron de la enfermedad en 2018.

La gran mayoría de las muertes por cáncer de mama se deben a la propagación local del cáncer y la formación de nuevos tumores en otras partes del cuerpo.

El profesor Christofori y su equipo investigaron los procesos moleculares de la EMT que mejoran la plasticidad en las células de cáncer de mama para permitir la metástasis.

Usando células humanas y modelos de ratón, encontraron que podían explotar esta plasticidad y obligar a las células cancerosas a convertirse en células grasas con una combinación particular de compuestos.

Las células grasas recién formadas eran muy similares a las células grasas normales y no podían dividirse y proliferar.

Los autores señalan que esto condujo a la “represión de la invasión del tumor primario y la formación de metástasis”.

Los compuestos en la combinación fueron el medicamento para la diabetes rosiglitazona y trametinib, un medicamento que puede detener el crecimiento y la propagación de las células tumorales.

Los investigadores también señalan que, en muchos aspectos, debido a su alta plasticidad, las células de cáncer de mama se parecen a las células madre. Explorar estas similitudes podría ser una vía fructífera para futuras investigaciones.

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