Maria Cohut
Casi todos lidian con el acné durante su adolescencia, y muchos de nosotros todavía luchamos contra este problema de la piel en la edad adulta. El acné puede causar mucha angustia psicológica, pero hay pocas terapias rápidas y efectivas para abordarlo. ¿Una nueva vacuna intervendrá para erradicar este problema?
El acné vulgar, o simplemente acné, es una condición de la piel que afecta a la mayoría de los adolescentes, si no a todos.
A veces puede persistir en la adultez. Además, la cicatrización del acné puede durar mucho tiempo.
La investigación ha demostrado que el acné persistente no solo causa malestar sino también angustia psicológica; las personas se vuelven autoconscientes sobre su apariencia y se preocupan de cómo esto puede afectar sus relaciones sociales.
Algunos de los tratamientos más comunes para el acné incluyen antibióticos y retinoides, que son un tipo de compuesto químico que ayuda a mantener la salud y apariencia de la piel.
Sin embargo, los investigadores explican que estos tratamientos tradicionales no siempre son efectivos y que pueden causar más efectos indeseables, los menos graves incluyen piel seca e irritación.
“Las opciones de tratamiento actuales a menudo no son efectivas ni tolerables para muchos del 85 por ciento de los adolescentes y más de 40 millones de adultos padecen esta afección inflamatoria cutánea multifactorial”, explica el investigador Chun-Ming Huang, de la Universidad de California, San Diego.
“Las terapias nuevas, seguras y eficientes son muy necesarias”, agrega. Esto es exactamente lo que él y su equipo han estado trabajando recientemente.
¿Una vacuna para atacar las toxinas del acné?
En un nuevo estudio, cuyos hallazgos ahora aparecen en el Journal of Investigative Dermatology, Huang y sus colegas explican su proceso para desarrollar una vacuna eficaz y segura para tratar el acné.
Los investigadores pudieron establecer, por primera vez en la historia, que podían combatir la toxina secretada por las bacterias involucradas en las erupciones acneiformes con un anticuerpo específico. Este método, añaden, también ayudó a reducir la inflamación relacionada con el acné.
Como señalan en su artículo, una bacteria llamada Propionibacterium acnes (comúnmente conocida como Cutibacterium acnes) produce una toxina llamada factor Christie-Atkins-Munch-Peterson (CAMP). El factor CAMP, muestran, es en gran parte responsable de la inflamación en las lesiones de acné.
Trabajando tanto con un modelo de ratón como con células de la piel recolectadas de humanos, los investigadores probaron la efectividad de un conjunto de anticuerpos monoclonales, un tipo de célula inmunológica, contra el factor CAMP.
Hasta ahora, los esfuerzos de los investigadores han mostrado resultados prometedores, y los anticuerpos han demostrado ser efectivos contra las propiedades de la toxina que inducen la inflamación.
“Una vez validado por un ensayo clínico a gran escala”, explica Huang, “el impacto potencial de nuestros hallazgos es enorme para los cientos de millones de personas que sufren de acné vulgar”.
‘Un interesante camino para explorar’
En un editorial publicado junto con el documento de estudio, Emmanuel Contassot, de la Universidad de Zúrich en Suiza, explica cómo las vacunas para el acné podrían ser más seguras y más efectivas que los tratamientos existentes.
Esas vacunas, escribe, “resolverían” una necesidad médica no satisfecha “. Al mismo tiempo, advierte que “las inmunoterapias para el acné que se dirigen a los factores derivados de P. acnes deben diseñarse cuidadosamente para evitar perturbaciones no deseadas del microbioma que garanticen la homeostasis de la piel [autorregulación]”.
En otras palabras, las vacunas tendrían que garantizar que el equilibrio bacteriano en la piel no se vea afectado, ya que algunos filamentos bacterianos realmente ayudan a proteger la salud general de la piel. Aún así, anima a realizar esfuerzos adicionales para crear tratamientos mejores y más específicos para el acné.
“Debe determinarse si las vacunas dirigidas a factores CAMP impactarán múltiples subtipos de P. acnes y otros comensales, pero la inmunoterapia del acné presenta una vía interesante para explorar”. -Emmanuel Contassot