Por Chiara Townley

Un nuevo estudio examina el comportamiento de un virus que destruye el cáncer que se ajusta perfectamente a las células tumorales y deja las células sanas intactas.

El cáncer es una enfermedad crónica que mata a millones de personas en todo el mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la segunda causa de muerte en todo el mundo y es probable que sea responsable de más de 9 millones de muertes en 2018.

A nivel mundial, los profesionales médicos diagnosticarán el cáncer en aproximadamente 18 millones de personas en 2018, y la cantidad de casos nuevos por año alcanzará más de 23 millones para 2030.

Los cánceres más comunes a nivel mundial son el cáncer de pulmón, el cáncer de mama y el cáncer colorrectal.

Viroterapia en cáncer

Investigadores de todo el mundo han estado trabajando incansablemente para encontrar nuevas terapias contra el cáncer. En los últimos años, la viroterapia ha captado el interés de los científicos.

La viroterapia es un tratamiento que utiliza la biotecnología para transformar ciertos virus en agentes anti-enfermedades. Estos virus incluyen virus oncolíticos, que infectan y destruyen las células cancerosas.

Los virus oncolíticos poseen cualidades únicas que los hacen diferentes a cualquier otro tratamiento contra el cáncer. Las ventajas de la viroterapia incluyen la falta de resistencia cruzada con otras terapias y la capacidad de destruir el tumor mediante una variedad de mecanismos.

Los científicos han centrado su atención en los virus oncolíticos con el objetivo de encontrar una nueva forma de matar selectivamente las células cancerosas.

Virus del valle de Séneca

El virus del valle de Séneca (SVV, por sus siglas en inglés) es un virus oncolítico que podría ser la próxima terapia innovadora contra el cáncer. Investigadores del Instituto de Graduados de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST) en Japón y la Universidad de Otago en Dunedin, Nueva Zelanda, describieron el comportamiento de este virus en un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

El estudio explica cómo la SVV interactúa con los tumores y evita las células sanas.

Para examinar el comportamiento del virus, los científicos utilizaron la microscopía crioelectrónica para capturar imágenes de miles de partículas y ver su estructura en alta resolución. Comprender la estructura de estas partículas es clave para crear un virus efectivo para matar el cáncer que los científicos puedan usar para desarrollar nuevos medicamentos y terapias.

El SVV es inusual porque se dirige a un receptor específico en células tumorales. Este receptor se llama receptor 1 de la toxina del ántrax (ANTXR1) y solo está presente en los tumores. El primo de este receptor, llamado ANTXR2, solo aparece en tejidos sanos.

El SVV se une al receptor en los tumores pero no al de las células sanas. El comportamiento de este virus podría convertirlo en una terapia adecuada para muchos tipos de cáncer, ya que el receptor ANTXR1 está presente en las células tumorales de más del 60 por ciento de los cánceres humanos.

“Las diferencias entre los dos receptores son sutiles, pero, no obstante, estas diferencias sutiles hacen que uno se una al virus con alta afinidad, mientras que el otro no”, dice el coautor del estudio, el profesor Matthias Wolf, investigador principal de Molecular Cryo. -Unidad de microscopía de electrones en OIST.

“Los componentes deben encajar como una llave en una cerradura; este es un sistema altamente evolucionado donde todo encaja perfectamente”.

Un virus que evade el sistema inmunológico

Los investigadores han usado el SVV en ensayos clínicos de fase temprana en tumores sólidos pediátricos y cáncer de pulmón de células pequeñas, y el virus demostró cualidades de lucha contra el cáncer en ambos tipos de enfermedad. Sin embargo, el sistema inmunológico está programado para combatir los virus y destruye la amenaza percibida en 3 semanas.

Los investigadores creen que analizar la estructura de SVV puede ayudarlos a encontrar maneras de ser más astutos que el sistema inmunológico, permitiendo que el virus se replique y mate las células cancerosas.

“[…] Podemos saber qué parte del virus es esencial para unirse al receptor y cuál no. Podemos […] tratar de cambiar las partes no esenciales para escapar de la acción del El sistema inmunológico deja la parte esencial intacta “, dice la coautora autora principal del estudio, Prof. Mihnea Bostina, directora académica del Centro Otago para Microscopía Electrónica en la Universidad de Otago.

Aunque los científicos aún están buscando una forma efectiva de evadir el sistema inmunológico, el equipo del Prof. Wolf cree que podría ser posible modificar la VVS para que pueda reconocer diferentes receptores. Esto convertiría al virus en una excelente arma para usar contra diferentes tipos de cáncer.

El primer autor del estudio, Nadishka Jayawardena, un estudiante graduado de la Universidad de Otago, cree que esta investigación dará como resultado algún día tratamientos efectivos y poderosos para el cáncer.